jueves, 7 de enero de 2010

2010 de pelotas de golf

Un profesor que quiso sorprender a sus alumnos, llevó un día al aula un gran tarro de cristal. Una vez allí y sin mediar palabra, sacó pelotas de golf y las introdujo en el tarro y preguntó a sus alumnos: ¿está lleno? Y sus alumnos respondieron que si. Entonces el profesor cogió un saco de canicas y las introdujo en el tarro. Las canicas fueron ocupando los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf.


El profesor vuelve a preguntar: ¿y ahora?, ¿está lleno? Y sus alumnos volvieron a responder que si. Entonces el profesor saca arena y la vierte en el tarro colándose esta entre las canicas y las pelotas de golf.


Los alumnos, aún seguían sin entender demasiado pero ante la pregunta del profesor de si estaba lleno el tarro ellos seguían respondiendo que si, entonces el profesor coge dos tazas de café y las vierte en el tarro colándose el café entre la arena, las canicas y las pelotas.


El profesor les dice que ese tarro es como la vida misma.

Las pelotas de golf son las cosas importantes, la familia, los hijos, la salud… todo lo que te apasiona. Son cosas, que aún si todo lo demás lo perdiéramos y solo éstas quedaran, nuestras vidas aún estarían llenas.

Las canicas son: las otras cosas que importan, como: el trabajo, la casa, el coche…

La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas.


El profesor pregunta a sus alumnos qué han aprendido y uno de ellos contesta: “Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas”


¡No!, concluyó el profesor:” lo que esta lección nos enseña es que si ponemos la arena en el frasco primero, no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida'.


Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no podremos dedicarlo a las cosas realmente importantes. Por ello debemos prestar atención a las cosas que son cruciales para nuestra felicidad: Jugar con tus hijos, tomarte tiempo para asistir al doctor, ir con tu pareja a cenar, practicar tu deporte o afición favorita.


Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan. Establece tus prioridades, el resto es solo arena.

Entonces, uno de los alumnos, pregunta al profesor qué representaba el café. Y el profesor responde al alumno: “No representa nada. Solo era para demostraros que, no importa lo ocupada que pueda parecer tu vida, siempre hay lugar para un par de tazas de café con un buen amigo!”


En 2010, ¡¡intentaré mejorar mi swing!!